ION FIZ - Cibeles Fashion Week Parte I

Quinta y última jornada de Cibeles.
Me levanto por la mañana y todavía no se si voy a ir.
Dudo durante unos minutos mientras desayuno y ojeo unos cuantos blogs y al final..
      -Venga va, que voy.
Pues me voy.

En la puerta me doy cuenta de que me he dejado las entradas.
     -Jo**r! No soyu mas tonta porque no me entreno!
Una amable señora me hace gestos con su entrada en la mano. Me cuelo con ella.

Nada mas entrar, unas azafatas monisimas y altisimas me avasallan para darme un dvd con la biografia de Giorgio Armani
       -Pues.. que bien, no?
Espero no tener que verme en la situacion de ver el dvd.
A las 10.23 ya estoy alli plantada, y de repente, me siento como un pulpo en un centro comercial.
¡Dios, pero qué hago aquí!

A esas horas no hay casi curiosos ni gente pululando (como yo). Los unicos asistentes que madrugan lo hacen porque tienen invitaciones para entrar al desfile de las 11:00, cosa que yo, por supuesto, no tengo.
Lo que es el cibelespacio... pues bueno, una vez has estado alli ya no hay mucho que ver, y a esas horas no habia nada preparado todavía, además de que las revistas, tratamientos y demás historias (gratuitas, por supuesto), las dan una vez finalizado el desfile correspondiente.

Pues nada, ahi me teneis a mi, plantada al lado de una columna, mirando a mi alrededor como si hubiera perdido a mi madre en el Corte Ingles.
Los invitados al desfile se empiezan a arremolinar al lado de la entrada a la pasarela.
Yo sigo mirando al infinito.
Me planteo arrejuntarme a algun grupo de gente, pero mi atuendo (discreto) no seria bien recibido en una pandilla megafashiontrendy. Me arrepiento de no haberme rapado media cabeza y teñido el flequillo de verde porque entonces en ese momento ya tendria un monton de amiguitos.
En fin, pasan los minutos y localizo un par de chicas en mi misma situacion. En un analisis rapido compruebo que son personas normales asi que pasan mi test y me ajunto a ellas con un sencillo:
         -No teneis entradas no?
         -No, estamos mirando a ver si nos podemos colar
          (Bien, bien, estas son de las mias)
Tras preguntar a la gente que se encontraba por alli haciendo una cola fantasma, nos ponemos al final de la misma ya que se trata de la cola "porlaface" o también "comoecharlemorroparaentraraldesfile"

Yo, que soy mas bien realista, en ningun momento pense que pudieramos llegar a entrar.
Sin embargo, no recuerdo bien como ni porqué, pero fuimos avanzando avanzando ahsta que OH DIOS! estoy dentro!

Casi casi no me emocione ni nada, como podeis ver

 Atencion a la cara del tipo que me mira a la derecha

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Al poco tiempo de sentarnos, se nos acerca uno de los organizadores, y cuando yo ya pensaba que iba a pronunciar las fatidicas palabras fuera-de-aqui, resulto que decía porque-no-os-sentais-mejor-ahi-delante

¿Ahí? ¿En tercera fila? ¿Justo donde pone prensa extranjera?

Pues si, ahi.

 Que facil ha sido sacarse la carrera de periodismo, oye. Y además en otro idioma.

En estos momentos yo empiezo a pensar que ya me puedo morir tranquila.
El ambiente esta movidito, y no paran de saltar flashes en el front row, donde estaban Carlos Diez, Lidia Delgado y su hija Miranda Makaroff junto con muchos otros.

Al cabo de un rato se apagan las luces, la pasarela se despeja y todo el mundo se sienta.

Comienza a sonar Beethoven y yo pienso que me voy a echar a llorar en cualquier momento

 Si, es Marina Pérez. Fiaros de mi que es ella.

A estas alturas ya me he enamorado de la coleccion de Ion Fiz (My way)
Las texturas suaves, fluidas, sedosas de vestidos y blusas contrastan con cortes desestructurados y abrigos militares.
Las modelos parecían fantasmas de heroínas caidas en alguna batalla napoleónica. Femeninas, pero arrebatadoramente fuertes.
Pasando el hecho de que las modelos iban casi dando trompos con los zapatos, yo queria ser una de esas mujeres.

Subo estas fotos aunque son malisimas (malditas camaras compactas)... pero bueno.

 Aqui  podeis ver mejor a las calebridades.

En último lugar, las estrellas de la colección. Un vestido transparente negro con bajo de piel, y otro blanco, bordado, precioso, preciosísimo. Este úlimo era en un principio corto, y al final de la pasarela la modelo se descolgó el vestido de los hombros y lo convirtió en largo.

En ese momento se pisó el bajo y clavó el tacón en el vestido. Caminó varios metros así (mientras yo contenia la respiración) hasta que, intentando zafarse del engeanchón, clavó aun mas el tacón y desgarró el vestido por la costura trasera.
Menudo siete, oigan.

Al acabar el desfile ésta ultima modelo se quedó al final cual angel en la tierra. Por ultimo salieron todas las modelos, y tras ellas, el diseñador, que desfiló emocionado y saludó con besos y abrazos a sus amigos del front row.

Toda la sala aplaudia a rabiar.
Dejé de contener la respiracion por fin.


Proximamante, CFW Parte II: Maria escoté y cibelespacio